21 octubre 2006
El Mundo.
Springsteen da otra vuelta de tuerca
20 de octubre.- El nuevo Springsteen, un cantante callejero con rock en las entrañas, puso a bailar a Las Ventas con una sucesión de hábiles recursos estilísticos: unas canciones folk, unos arreglos gospel, efectistas voces soul, ligeras referencias a Nueva Orleans, algunas poses rockeras...
¿Éste es el tipo que escribió "Born to run" y "Rosalita"? ¿Estamos ante el mismo individuo que hacía hablar a su Fender Telecaster? ¿Es el hombre que después de tres horas de concierto se atrevía con el legendario "Detroit Medley"?
Pues sí, aunque ayer en muchos momentos sonase como los Chieftains en la más cruda de sus celebraciones etílicas.
El público, mucho adulto y poco chaval, tardó toda la primera parte del concierto en asimilar el carácter de la juerga. Diez canciones de calentamiento para entregarse en la recta final. Algo de culpa tuvo el nefasto sonido inicial, con un bombo que lo empastaba todo excepto los solos. Afortunadamente, fue mejorando a lo largo de las 22 canciones, interpretadas en dos horas y media de concierto.
El repertorio, sin embargo, tuvo grandes altibajos, con los momentos más brillantes en "Jesse James" (unos grandiosos metales que sonaban como cañones) y "My Oklahoma Home" (ese olor a boñiga de vaca fresca).
Los viejos seguidores de Springsteen, que pedían a voces "¡Una antigua!" y "¡Un clásico!", se tuvieron que conformar con versiones irreconocibles de "Atlantic City", "Bobby Jean" y "You Can Look (But you Better Not Touch)". Los que le han conocido gracias al disco con temas de Pete Seeger se divirtieron de lo lindo con las musculosas versiones fabricadas por el 'boss'. Algunos, los más observadores, se preguntaban por la ausencia de Patti Scialfa, la mujer del jefe.
Aunque con 17 músicos en escena, todos excelentes, no era fácil echar de menos a nadie. Excepto a la 'E Street Band'.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario